Moscú, ciudad de zares

Mira que me advirtieron de que en Moscú haría frío pero yo...erre que erre, ¿cómo va a hacer frío en verano? Ays...ingenua de mí, pagué las consecuencias...
Moscú, capital de Rusia es una de las ciudades con la que tenéis una cita ineludible. Yo tuve la oportunidad de hacer un crucero por Rusia (sé que no hay mar, pero como allí todo es enorme, el río también, así que se puede navegar desde Moscú hasta San Petesburgo -ciudad que merece una actualización más adelante).
Y bueno os preguntaréis que si aparte de pasar frío, en esta ciudad se pueden hacer otras cosas, pues claro ¡beber vodzka para intentar quitárselo!

Aunque si os interesan los monumentos, como supongo que ocurrirá, os voy a recomendar algunos de ellos:
Sin lugar a dudas, lo que más impresiona de Moscú es la conocida Plaza roja, una vez llegas a ella solo puedes abrir la boca y dar vueltas para ver cada bloque de monumentos que rodean la plaza.
Por un lado se alza uno de los edificios más singulares: la catedral de San Basilio, construida por orden del zar Iván el Terrible- que sin duda alguna sirvió de inspiración a muchas películas Disney, -en frente, un edificio rojo. Pero esta plaza no recibe su nombre por este monumento, ni por la significación comunista del color, sino porque en ruso antiguo, ‘rojo’ significaba ‘bello’. Al otro lado, el mausoleo de Lenin, y en frente de este, como si de una broma de mal gusto se tratara, las galerías GUM(grandes almacenes estatales), donde se ubican las tiendas más caras y prestigiosas de la ciudad, accesible a muy pocos bolsillos, pero visibles para todo el mundo.
Moscú cuenta con otros encantos como el Zar-cañon, el cañón más grande del mundo, pero que jamás llegó a dispararse, y muy cerca está la Zarina-campana, la campana más grande del mundo pero que...¿os imagináis que sigue? Pues sí, tampoco llegó a tocarse nunca.
Pero esta ciudad no tiene bellezas solo en el exterior, pues los pasajes subterráneos también son dignos de admirar: me estoy refiriendo a los metros. Por raro que pueda parecer, se esconde una gran belleza bajo tierra. Las estaciones están decoradas con mosaicos, esculturas, con vidrieras policromadas... Cada estación es diferente a la anterior y tiene una decoración propia, pero...¡atención, que si sales para verlas, el metro no espera! Aunque merece la pena asomarse si no tienes mucha prisa.

Curiosidades de esta tierra os podría contar muchas porque tuve la suerte de pasar mucho tiempo en el barco. Rusia es tan inmensa que para llegar de un sitio a otro había que navegar mucho. Así pues digo suerte porque a bordo pude conocer muy de cerca la cultura rusa. En el barco se organizaban charlas sobre los zares y los gobiernos comunistas, videos documentales sobre Rusia, clases de ruso donde aprendí palabras como 'malako' que significa ‘leche’ y muchas otras palabras que no quiero decir para no aburrir (más que nada porque ya no me acuerdo, pero vamos que sabiendo como se dice leche llegas a muchas partes). También fui a clases de coro ruso y cantamos canciones como Kalinka etc. Yo ahí solo movía la boca, porque lo que es cantar...¡yo mejor escuchar! Además hicimos talleres de cómo pintar matrioshkas -las muñecas rusas que se meten una dentro de la otra, -la verdad es que habían maravillas, las pintaban con una precisión...la mia también era muy bonita ¿eh?¡ No os penséis que todo lo hago mal!

Vive mucha gente y las avenidas son gigantescas, os estoy hablando de cuatro carriles en cada dirección, y aun así os aseguro que habían atascos enormes.
¿La moneda? No es el euro queridos analfabetos, sino el rublo (la equivalencia está más o menos en 1 euro= 46 rublos).
La gente allí vive en condiciones no muy buenas, una de las guías nos contaba que se gana muy poco, de ahí que en los museos hubiesen reliquias y no solo materiales. Las mujeres que cuidaban las salas parecían directamente sacadas de las tumbas egipcias, -que me perdonen por la comparación, pero es cierta-. Por lo visto, con el sueldo que se gana durante la jubilación no es suficiente para vivir y tienen que buscarse empleos tranquilos como cuidadores de museos.

Y ya para terminar esta actualización aconsejaros que los gorros rusos, esos gordos de pelo, vienen muy bien (y el vodzka mejor). Como os he dicho hace mucho frío, pero compensa por ver otras características de esas latitudes, como la prolongación del día. ¡Es espectacular que sean las 11 de la noche y aun puedas ver el sol!

MÁS LUGARES RECOMENDADOS PARA VISITAR:
- El campanario de Iván el Grande, torre de 81 metros de altura, una reliquia arquitectónica del siglo XVI.
- La armería, hot en día museo donde se exponen armas antiguas, joyas, trajes y más de 4000 muestras de arte decorativo de Rusia.
- La caterdral de Cristo el Salvador, cerca del Kremlin, la más importante de la ciudad.
- La colina de la inclinación, uno de los puntos más altos de la ciudad.
- Paseo en barco por el rio Moscova, en esta visita puedes ver monumetos históricos como la torre del Convento Nuevo de las Doncellas, las catedrales, el estadio central en Luzhniki, malecones, puentes...
- La Lavra, allí se encuentra una serie de edificios construidos entre el siglo XV y el XVII, como el monasterio de la Santa Trinidad y de San Sergio. Edificios majestuosos, con bóvedas prototípicas de Rusia y monumentos con mucho colorido. Son edificios prototípicos de la arquitectura temprana moscovita.