domingo, 3 de enero de 2010

Pamplona: ¡Cuidado que viene el toro!

El verano pasado estuve en Pamplona, nunca había estado en esta ciudad y una amiga me invitó a los Sanfermines. Como es normal, no desaproveché esa invitación y allí que me fui. Cogí un autobús y después de 6 horas llegaría a mi destino, era un largo trayecto en el que solo estábamos mi mp4, mi bolsa de patatas fritas y yo. Pero el viaje no fue para nada tranquilo, ya demostraba como iba a ser esa semana... llena de anécdotas.

Mi viaje de ida fue una serie de catástrofes ilimitadas: comenzó a llover y granizar, un niño se puso histérico llorando y gritando mientras corría por el autobús como un personaje de una película de terror y la Guardia Civil nos hizo parar. Cuatro hombres con sus compañeros, los sabuesos, empezaron a registrar todas las maletas. En ese momento, como si él ya lo supiese, mi padre me llama al móvil. Y para mi asombro, cuando le explicó la situación me pregunta con toda la normalidad del mundo: "oye…tú ¿no llevarás nada en la mochila?" Para los que no lo sepáis, mi puesto en periodistas por el mundo es una tapadera; viajo tanto porque soy contrabandista de droga…
En un viaje como este, si vas sola y al bajar en el área de servicio no encuentras tu autobús, no temas. Solo tienes que hacer una cosa: busca a un grupo de jóvenes vestidos de blanco y rojo, ¡eureka! Yo, cuando veía las noticias pensaba que solo algunas personas se vestían así, ¡pero no! Todos los pamploneses tienen dos armarios en su casa: su ropa corriente y la ropa de los Sanfermines. ¿Quién tiene tanta ropa roja y blanca? Obviamente, una semana antes del viaje tuve que irme de compras para ir bien preparada.

Cuando llegas a la estación de Pamplona ―yo estaba en Barañain, un pueblo con un Record Guiness al ser el pueblo con más habitantes pero sin ningún semáforo― te das cuenta que la fiesta dura, literalmente, las 24 horas del día. A diferencia de las Fallas, por ejemplo, que la gente se queja de la contaminación acústica ―que culto me ha quedado― y las carpas las cierran pronto. Los Sanfermines es otra cosa, desde la mañana hasta la noche hay espíritu festero. Los parques están llenos de jóvenes descansando o durmiendo, si no tienes amigas tan hospitalarias como tengo yo. Las charangas suben y bajan las calles tocando y seguidos por una larga cola de gente bailando al ritmo de su música, algunos incluso disfrazados.

Nosotras a la noche nos bajábamos a la ciudad bocadillo en mano e íbamos a ver los fuegos artificiales. Después de salir de allí, sino te pisa la masa de gente antes, vas en busca del resto de tu cuadrilla ―es como llaman allí a las peñas, usamos palabras distintas, por ejemplo les hace mucha gracia la palabra rebeca o decir victoria a las zapatillas, me decían ¿qué pasa que le ponéis a toda la ropa nombre de chica?- Allí no hay casales, solo alguna peña y un escenario en la plaza. A diferencia de en Valencia, los jóvenes van de pub en pub, se oye la música desde la calle y así sabes que local te gusta antes de entrar. Entre baile y baile, cubata y cubata vas dando vueltas alrededor de las calles buscando a gente que conozcas ―eso no cambia en ninguna ciudad de España―.

Después de horas y horas de fiesta, si todavía sigues vivo, tienes que ir a la plaza de toros para ver la corrida de toros -sé que repito dos veces toros, pero si digo corrida solamente ya sé en lo que vais a pensar-. Yo solo fui una vez, el mismo día que volvía a Valencia fuimos directas con mi maleta de ruedas, ¿adivinad de qué color es? Allí, si consigues coger sitio esperas a que lleguen los toros y los corredores, mientras los asistentes cantan canciones e himnos que se continúan de un extremo a otro de la plaza. Lo que más me gustó fue hacer la ola, después llegó una multitud blanca y roja corriendo y sorteando los toros. Algunos espabilados entraban más tarde después de entrar los animales, pero el público no es tonto y abucheaba a los impostores.

Así que, si os gusta la fiesta os obligo a ir a los Sanfermines aunque dispongais de pocos días. Yo fui y me encantó, eso sí, llegas a casa por los suelos; yo acabé el viaje con anginas y una semana en cama al llegar a Valencia. Aun así, la experiencia fue genial y el año que viene, si tengo tiempo, me encantaría repetir...¿qué me dices Idoia? Pero esta vez me llevaré una bufanda para la garganta porque allí por las noches hace frío, no como en Valencia. Me llamaban exagerada, no se si será que estoy acostumbrada al sol valenciano pero… ¡se hacía de noche muy pronto! Mis amigos aclimatados ya, iban en manga corta y yo recopilaba todas las chaquetas que podía. Ya sabéis, id a Pamplona en Sanfermines y abrigaos pero siempre con chaquetas rojas o blancas, porque sino es preferible la muerte. Pero… ¿cuándo son los Sanfermines? 1 de enero, 2 de febrero…

Lugares de interés:

-La plaza de toros
-La plaza del castillo viejo, allí está uno de mis pubs preferidos: el Zulo
-La calle mayor
-La taconera

10 comentarios:

  1. este año repetimos, esta vez procuraré no meter el pie en un charco... jajaja

    adivina quién soy...http

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  2. Me da envidia, me da envidia, me da envidia...

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  3. y... y... metí el pie en un charco! jajaja

    si.. un viaje corto pero intenso!lleno de anécdotas
    no puedes imaginar cuanta fiesta hay hasta que no lo vives!! eso si, recomiendo tener alojamiento... eso de ir de aventurero y dormir en la calle.. la siesta puede ser gracioso pero no hay que motivarse más porque aguantar varios días con todo el desparrame puede resultar mortal

    oye, no descarto este destino de nuevo.. empalmandolo con el interrail?! :)

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  4. ai y metí el pie en un charco, y... habia pis!!!! jajajajaja (te he pillado pequeña!)
    sin duda hay que repetir, y por cierto sandra, digamos que eres un poquiito exagerada, no hacia frio! almenos no te quemaste no? :D

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  5. elquemeaentucalle3 de enero de 2010, 14:02

    AAAAAAAAAAAi! Que recuerdos más buenos me traen tus relatos de Pamplona.

    No serán pocas las casualidades que nos unen. Como sabes, aquellos mismos días andaba yo también por los sanfermines (nada de correr delante de los toros, yo iba por la fiesta) lástima que no nos encontrásemos. Una buena anécdota hubiese sido y la podríamos haber sumado a nuestra lista de ENCUENTROS INESPERADOS!

    He de decir que cuentas fenomenalmente lo que son los sanfermines, o al menos como los vemos los de fuera. Yo a tus relatos añadiría algo que me impresionó, sí dices lo de los abucheos a los últimos que entran a la plaza detrás de los toros, pero a los que entran antes de que los toros salgan de las cuadras les tiran basos y botellas. Y eso es impresionante.. una lluvia de objetos sobre los acojonaos. xDDD

    Por cierto, yo me encuentro entre aquellos que no tienen amigos hospitalarios y ocupan parques y plazas en busca de una sombrita para dormir un poco (sí, sombrita, porque de noche hace frío, pero de día un calor que te cagas).

    Jajajaja! Un beso grande, y también recomiendo ir, es más si puedo también quiero repetir. A ver si a la próxima nos vemos.

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  6. suenan bien la verdad, me lo planteare para el proximo verano xo me llevare bufandas, esq a quien se le ocurre irse al norte de manga corta!! jajaja

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  7. El ambiente que se crea en Pamplona la semana de "los Sanfermines" debe ser una pasada pero a mi gusto me parece que es demasiado... la ciudad multiplica su población muchiisimo. La ciudad debe quedarse hecha un asco...Y lo de los toros no me va mucho.

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  8. vale si este año se repite yo no me lo pierdo por nada de este mundoooo!!

    ...ana

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  9. jejeje... Que fotos más divertidas!!! Abrazos!!!

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  10. El anónimo curioso22 de marzo de 2010, 16:14

    ¿¿Le llamas Victoria a las zapatillas??

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