Periodistas por el mundo no cierra por vacaciones y después de nuestra aparición estelar en video, volvemos a estar detrás de los focos y nos ponemos manos a la obra con nuestra máquina de escribir ―ya me vais conociendo y sabréis que no uso máquina de escribir pero vosotros me tenéis que imaginar así: mecanografiando con un sombrero que pone press y un mapa del mundo al fondo―. Bueno…retomemos el post que siempre me ando por las ramas, hoy voy a hablar de la sede administrativa de la Unión Europea y como no, ¡de los gofres!
Desgraciadamente en mi viaje alrededor de Europa estuve poco tiempo en la capital de Bélgica, exactamente 24 horas pero que supimos sacar partido. Primero, los organizadores del viaje ―no diré nombres para no hacer propaganda― nos llevaron a ver la Comisión Europea, allí se gestiona y se hace cumplir las legislaciones europeas, pero no os voy a impartir una clase de instituciones políticas. Este edifico, es uno de los tres principales que hay en la capital europea. Allí mismo nos explicaron su funcionamiento interno y nos dieron una larga conferencia en la que protagonicé una escena bastante vergonzosa. Así que, retomando mi vieja costumbre…consejo #1: ¡No os durmáis en la Comisión Europea! Sé que parece una norma básica de protocolo, pero en mi defensa diré que madrugábamos mucho en el viaje. Y no ayuda que tus amigos te despierten consiguiendo que saltes cual gacela en celo y que, acto seguido, tu hermana te llame por el móvil y no lo tengas en silencio.
También fuimos al Parlamento Europeo, dentro había una gran sala con todas las banderas de la Unión Europea ondeando al viento ―en realidad no ondeaban porque la sala está dentro del edificio, pero como si lo hicieran―. Después, entramos en la sala plenaria y vimos todas esas sillas en posición circular iluminadas con un color amarillo potente y en el primer piso los balconcitos donde los intérpretes traducen a los políticos. Me recordó a la escena de la película protagonizada por Nicole Kidman y Sean Penn.
Dejando a un lado las cuestiones políticas, Bruselas tiene una variada arquitectura en sus calles. Aunque la mayoría de los edificios singulares están situados en torno a la Grande Place, una plaza amplia pero que da sensación de claustrofobia al tener concentradas edificaciones tan altas. Como punto de referencia, se toma la gran aguja de la plaza, vulgarmente apodada por mí, que, supuestamente, se ve desde todos los ángulos de la ciudad. En el momento que nos dejaron tiempo libre, un amigo mío y yo nos fuimos en busca de los famosos gofres belgas. Cuando cumplimos nuestro objetivo y quisimos volver, nos dimos cuenta que estábamos en el único punto ciego de Bruselas… ¿y la aguja? ¿Dónde está la Grande Place? Afortunadamente conseguimos llegar a tiempo y pudimos volver con el resto del grupo, luego descubrimos que mi amigo estaba maldito porque se perdió en casi todas las ciudades europeas del itinerario.
Os recomiendo ir a Bruselas, es una ciudad encantadora donde la gente lo es todavía más. La gran diversidad arquitectónica te permite conocer diferentes estilos como el flamenco o el Art Nouveau. Y por último, mi consejo #2: ¡si disponéis de tiempo perdeos siempre que podáis! En esos momentos, entre la frustración y el espíritu aventurero te diviertes más que nunca, y gracias a eso encontré la fuente más famosa de Bruselas: Manneken Pis, una estatua de bronce de un niño haciendo pis. Hablando de eso…me he acordado que tengo que hacer una cosa…adiós.
-El museo de la cerveza.
-El Teatro Real de la Moneda.
-El conjunto de museos reales de las Bellas Artes de Bélgica (Beaux Arts)