domingo, 29 de noviembre de 2009

Estambul, ¿ciudad asiática o europea?

Y de dos ciudades de casa nos vamos a una de las ciudades más impactantes por su cultura: la bellísima Estambul.
Sin lugar a dudas es una ciudad a la que no puedes llevar puestos tus ojos occidentales, el mejor camino es saber donde te encuentras y aceptar su cultura como la tuya propia.
Estambul, ¿ciudad asiática o europea? Tic- tac. Me vais a permitir que no os hable de monumentos, sino de sus costumbres porque realmente creo que es lo más significativo. ¡Para compensar os prometo un video de los lugares más bonitos de la ciudad!

Así que vamos a empezar con curiosidades:
Allí está prohibida la venta de alcohol en los lugares cercanos a las mezquitas, y prefieren perder clientes a servirte una cerveza (el señor de rojo se volvería loco en Estambul)
En algunas zonas, las mujeres llevan burkas negros desde la cabeza hasta los pies, en otras solo pañuelos, y en las zonas más modernas ni siquiera llevan nada. Aunque eso sí, que no oigan a una mujer ‘gritar’ a un hombre porque aparecerá un señor que te dirá: ¡las mujeres españolas son unas mandonas!
Así que ellos lo solucionan ‘castigándonos’ a llevar pañuelos cada vez que entramos en las mezquitas, pero realmente si no te lo quieres poner tampoco dicen mucha cosa.
Sin embargo, cuando quieren las españolas seremos de lo mejorcito: “¡Oh! Eres bellísima! (...) este color te sentaría genial con tus ojos” Al principio sube tu autoestima, pero cuado llevas varios días allí descubres que no eres la única guapa ni la única con ojos bonitos. Sin embargo, ¡los piropos siempre agradan!
Estambul, ¿ciudad asiática o europea? Tic- tac. Los habitantes de Estambul son diplomados en ‘perseguir’. O lo llevan en la sangre o desde luego tienen unas escuelas de vendedores que ya querría Mercadona. Te persiguen por la calle para venderte todo tipo de productos, y no pasa nada si les dices que no te interesan, ellos harán para que te gusten. Conocen todos los trucos: nadie está a salvo. Muchos chapurrean el castellano e incluso algunas palabras de valenciano y saben nombres de jugadores de fútbol españoles con los cuales embelesarte. Y por si estas técnicas de venta no son suficientes, descubres con asombro un cartel en una tienda que dice: “Se habla español: que pasa neng?; La niña de Rajoy; salut i força al canut” y un sinfín de frases típicas de aquí. Después de ver eso, eres una víctima fácil del consumo.
O sin ir más lejos, os pondré el ejemplo del garito de al lado de nuestro hotel: cuando vieron aparecer a 27 españoles con una camiseta de ‘Estambul 2009’ pusieron manos a la obra y plantaron en medio de la calle una pizarra: “Bienvenidos españoles. Estambul 2009, Villa maravilla”, obviamente ante eso solo puedes hacer una cosa: entrar.
Pero este sitio tampoco decepcionaba por dentro: allí podías fumar cachimba, actividad que recomiendo a todo viajero ( pero con moderación, eh?). Además allí había sillones para tumbarse y mantas para resguardarte del frio(porque cerrar la puerta se ve que aun no está muy de moda) y si tienes suerte hasta te improvisan unos bailes turcos.
Eso sí, como en otros bares, la cocina está en otra parte, y por eso no es raro ver a camareros cruzar las calles con bandejas...como he dicho: ¡fuera mirada occidental!
Estambul, ¿ciudad asiática o europea? Tic- tac. Pero por las calles no solo encuentras camareros, eso parece cosa de locos. Por la misma calzada pasan los coches, las personas y los tranvías. Los semáforos están mas que nada para hacer bonito.
Tampoco te puedes perder los baños turcos, una maravilla del séptimo cielo: te masajean, te ponen vapores, pasas por las saunas...¡Eso sí! Si eres hombre ten cuidado porque en los baños turcos les dan golpes literalmente, así que si eres algo blando o simplemente no eres aficionado al sado te recomiendo que te quedes en la puerta.
No me gustaría acabar, sin mencionar un espectáculo maravilloso: escuchar al atardecer como las mezquitas van llamando a la oración, están iluminadas y desde la lejanía se oyen cantos árabes. La mequita Azul llama a la oración, Santa Sofía contesta desde otra colina. Es un momento mágico.
Estambul, ¿ciudad asiática o europea? Tic- tac. Pues debéis saber, si no lo sabías ya, que Estambul es la única ciudad del mundo situada en medio de dos continentes: Asia y Europa.


LUGARES RECOMENDADOS PARA VISITAR:
- La mezquita Azul, que recibe este nombre por el color de los azulejos de su interior.
- La mezquita de Santa Sofía, la iglesia de la sagrada sabiduría.
- La cisterna de la basílica, cisterna subterránea llena de columnatas y bóvedas. Se construyó en el año 532.
- El gran bazar, gran mercadillo lleno de calles con una inmensa variedad de productos. Es un lugar muy interesante por el bullicio y las tiendas.
- El mercado de las especies: mercado donde se venden todo tipo de especias. Llama su atención por sus aromas y colorido
- El palacio de Topkapi, articulado en diversos pabellones y con muchos patios ajardinados
- Excursión por el rio Bósforo en barco.
- Comida en un restaurante donde amenicen la cena con bailes y danzas turcas como la del vientre.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Bilbao, 8 horas de viaje pero vale la pena

Me parece que todavía no había hablado de ninguna ciudad española, así que para no defraudar el turismo de nuestra península, allá va un post sobre Bilbao. ¿Preparados?

Yo nunca había estado en el norte de España y el año pasado hice ruta de visitas a mis amigos del norte. Porque el lema de un buen viajero es: “aprovéchate de tus amigos”, ¿para qué irte a un albergue si tus amigos tienen casa? Si tienes algún conocido en cualquier rincón del planeta y tiene opción de conseguir un medio de transporte barato, ¡no te lo pienses! Para eso inventaron las becas Erasmus, para que los becados puedan mantener a sus amigos cuando vayan a visitarle.

Bueno, sigamos, que a veces me voy por las ramas ―esta expresión siempre me ha gustado mucho―. Este verano me fui a Bilbao durante cuatro días, nos reunimos amigos de Valencia, Pamplona, Mallorca y Málaga, como es normal los que pertenecemos al clima del Mediterráneo nos costó habituarnos al cielo nublado del País Vasco. Porque aunque era agosto, la manga larga y los paraguas abundaban entre las calles. Aunque ni las nubes ni la lluvia pudo contra la naturaleza y me quemé… ¡Sí señores, lo volví a conseguir! ¿Creéis que existirá un Record Guiness de este tipo? Seguro que ganaría.

En menos de una semana, gracias a los contactos de mis amigos, pudimos tener entradas para visitar todos los lugares más famosos de la ciudad. Nunca desperdiciamos el tiempo, fuimos al centro de la ciudad y ver el casco antiguo; al museo Guggenheim donde me impresionaron las exposiciones de gran tamaño ―una sola obra ocupa toda una habitación― y también visitamos municipios cercanos. Os recomiendo que vayáis a Portugalete, muy cerca de Bilbao ―nosotros, como buenos turistas, recorrimos todo con mochila y cámara en mano― allí está el famoso Puente Colgante, aunque yo no lo conocía, disculpad mi ignorancia. Es una replica más pequeña del puente de Brooklyn pero con encanto, allí subes por un ascensor y atraviesas el puente de madera ―consejo#1: no mires hacia abajo si tienes vértigo―.

También estuvimos en Getxo, allí estaba la casa de mi amiga que fue nuestro hogar durante varias noches. Es un municipio de Bilbao lleno de jardines, torreones que simulan el palacio de Hogwarts y una gran ría. El primer día estuvimos paseando y viendo los alrededores y luego nuestro chófer nos llevó a la capital. Como sabíamos que el final estaba cerca, intentamos disfrutar al máximo de Bilbao, hacernos 1.000 fotos saltando con el efecto “ráfaga” que descubrí en ese viaje y como no, ¡conocer al alcalde de Bilbao! Nos lo encontramos por casualidad y mi amigo, que lleva el ser periodista en la sangre, le llamó para que los recién llegados le conociésemos ―aunque no llevábamos un atuendo muy apropiado, solo diré dos palabras: corona y antenas―.

Después de hacernos una foto con nuestro amigo el alcalde y beber unas cervezas en los locales más típicos, fuimos a San Sebastián. La ciudad me encantó, el paisaje costero es una maravilla, paseamos por la arena blanca y cruzamos toda la Concha hasta llegar al Peine del Viento. Una composición de tres esculturas situadas al final de la playa de Ondarreta donde puedes contemplar las preciosas vistas.

Lamentablemente todo acabó y tuvimos que volver a casa, pero esta vez con “lamentablemente” no quiero hacerme la dramática, es verdad porque nos quedaba un viaje de 8 horas en autobús. Consejo #2: cómprate un kit de sueño en los chinos, será tu mejor amigo en ese largo trayecto.

martes, 24 de noviembre de 2009

Barcelona, la ciudad de Gaudí

Estamos de vuelta a una ciudad Española. Hemos elegido como nuevo destino Barcelona, una ciudad costera situada a las orillas del Mediterráneo.

Este verano pude disfrutar de esta preciosa ciudad con mis amigas durante cinco días. Después de un largo y arduo trayecto andando con las maletas a cuestas, logramos llegar al albergue donde nos hospedábamos. Digo arduo porque si hay algo que maldije de Barcelona fue la cantidad de cuestas que hay por toda la ciudad, y si a esto le sumas las maletas y el calor del verano, podréis comprender que las subidas se hacían eternas.

El primer lugar que visitamos, por proximidad, fue el Parque Güell, que después de subir y recorrer toda la montaña logramos llegar. Es un lugar precioso, desde donde se puede ver toda Barcelona, desde el puerto, hasta el parque temático del Tibidabo. Además, los edificios de la entrada principal están construidos con cerámica de varios colores que dan mucha viveza al paisaje, todos ellos diseñados por Antonio Gaudí, representante del modernismo catalán, que tiene un estilo muy peculiar, reconocible en cualquier monumento. Sin embargo, no será el único edificio diseñado por este arquitecto, ya que tiene mucha presencia en gran parte de los lugares más visitados y característicos de esta ciudad, como La Pedrera, situada en el centro de Barcelona, o el edificio Casa Batlló, contruida con cerámica de trozos de cristal de varios colores que también puede ser visitado en su interior.

No puedo olvidarme de la Sagrada Familia, un edificio representativo de Barcelona, y también el mayor proyecto de Gaudí. Es un edificio impresionante, pero actualmente deja mucho que desear ya que se encuentra en obras y no se aprecia bien el momumento. Aunque según ha podido comprobar mi compañera Amanda, que estuvo hace tan solo tres semanas, son muchas las zonas de esta ciudad que actualmente están en obras.

Me gustaría destacar que en Barcelona casi todas las personas, desde jóvenes a mayores, se desplazan por la ciudad en bicicleta, y es que en cada esquina podemos encontrar bicicletas para alquilar. Es una práctica que parece que se está extendiendo actualmente, y que allí ya está muy establecida.

La Rambla es la calle más conocida en Barcelona, generalmente repleta de gente. En ella podemos encontrar todo tipo de restaurantes, cafeterías y puestos de souvenires, a la vez que mismos y artistas ambulantes entretienen a los visitantes y a las personas que las recorren. De la Rambla pasamos a la estatua de Cristóbal Colón, que se sitúa en el puerto. El puerto de Barcelona es enorme, muy bien organizado e incluye en una isleta en medio del mar un centro comercial.
Para finalizar el pequeño recorrido por Barcelona, no puedo olvidar citar el Castillo de Montjuic, que funciona actualmente como un museo y desde donde se puede contemplar toda Barcelona. Otros lugares de frecuente turismo son la Plaza de Catalunya, donde no puede faltar el Hard Rock Café, así como el Paseo de Gracia, la avenida principal de la ciudad que contiene las principales tiendas de ropa y zonas comerciales.
Aprovechando el triplete del Barcelona este año, para los más aficionados al fútbol no puedo olvidar nombrar la visita del Camp Nou, el estadio de fútbol del equipo, que incluye un museo.


Lugares recomendados para visitar:
-Casa Batlló
-La Sagrada Familia
-El parque temático El Tibidabo
-Parque Güell
-Estadio Olímpico LLuís Companys
-La Pedrera
-El Castillo de Montjuic
-Parc Ciutadella
-Plaça de Catalunya
-La Rambla
-El museo de Dalí


sábado, 21 de noviembre de 2009

Semana irlandesa: Carlow

Como muchos de vosotros, fui a Irlanda gracias a la beca del IVAJ que concedían en bachillerato. Cuando la solicité, me llevé una decepción al comprobar que habían quitado el destino de Inglaterra, pero pronto esa decepción se consumió…

Durante el mes de agosto estuve en un pueblo llamado Carlow, situado en el sureste de Irlanda y estudiábamos en una escuela de allí: Scoil Mhuire. Era la primera vez que me iba tanto tiempo fuera de mi casa y no sabía bien como actuar, tuve la suerte de conocer a dos chicas de todos los que íbamos al viaje. Llegamos por la noche a la ciudad-pueblo, todavía no sé cómo catalogarla, en el interior del autobús se respiraba una mezcla de tensión y nerviosismo. Pocos habían hecho intercambios antes, no habíamos puesto a prueba nuestro nivel de inglés ni estado con otra familia que no fuese la nuestra y menos ¡extranjera! Así que, todos esperábamos nuestra llamada al matadero y conocer a nuestra “única” familia durante esos treinta días. Pongo la palabra única entre comillas porque casi todos tuvieron solo una familia, en cambio yo, destinada a ser una homeless hasta el fin de mis días, tuve tres familias… ¡Sí! Habéis oído bien, digo tres porque a la familia que no me recogió el primer día ni la cuento.

Bueno, después de que os halláis reído a gusto de mí ―en estos momentos me alegro de que las actualizaciones sean anónimas― prosigo con el post. Carlow es como muchas otras ciudades de Irlanda, el naranja, verde y blanco inundan todos los puestos de souvenirs; las tiendas con ofertas de 2x1 o 3x1 son atacadas por los turistas españoles; los paisajes son preciosos y sus parques y sus lagos, inmensos. A pesar de todo eso, cuando recuerdo Carlow solo pienso en una plaza llamada Liberty Tree porque nos pasábamos allí los días y las noches ―si para ti noche significa un periodo de 19h a 21h claro…― . Todas nuestras familias nos avisaron de que no fuéramos allí por la noche porque allí los jóvenes solo se reunías para tres cosas: sex, drogs and alcohol. Obviamente los españoles fuimos directos a comprobarlo, pero comparado con la Coma eso no era nada ―estos irlandeses no saben lo que es la vida―.

Nuestro mes en Irlanda se resumió en compras, compras y más compras, como de costumbre. Hasta teníamos un código de perdidas y tres perdidas significaba que estábamos en Penneys, ¡ay! Que recuerdos… Pero hicimos muchas excursiones ―a ver si mis monitoras se me van a enfadar conmigo ― fuimos a Wexford, una ciudad costera donde la arena es blanca y fina y donde el socorrista no hace nada de provecho porque con el frío y el aire que hace nunca tiene trabajo, porque, evidentemente nadie se baña. También estuvimos en la capital, Dublín, pero de ella ya os ha informado mi amiga Amanda. Y en todos los viajes llevábamos con nosotros nuestro pack lunch habitual, un sándwich de jamón con mantequilla y agua de sabores.

Irlanda es un país donde puedes encontrar de todo, pero para tener una visión más concreta y saber de verdad cómo es su gente, debes de ir a una ciudad pequeña. Las grandes ciudades me encantan porque ves una masa heterogénea de gente, pero en Carlow pude conocer bien la vida irlandesa. Allí, todo el mundo va en coche y viven en casitas sacadas de Wisteria Lane, los jóvenes no tienen fiestas salvajes pero siempre permanece el espíritu de taberna irlandesa con luces tenues, música de fondo y una gran Guiness negra.

Lugares para visitar:

-Zamek.
-Kilkenny, the Medieval Capital: St. Canice Cathedral and Kilkenny Castle.
-Dublin: Kilmainham Jail, Trinity College and Government Buildings.
-Wexford: Natural Heritage PK and Curracloe Beach.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Semana irlandesa: Dublín

Y como parece ser que de Irlanda va la cosa, hoy nos centramos en la capital de este país: Dublín.
Así que seguid leyendo y dejad volar vuestra imaginación porque...¡hoy nos vamos hasta allá! Preparad la maleta y coged el primer vuelo en esa dirección porque es tiempo de viajar.
Bienvenidos a Dublín, soy Amanda, la guía que les acompañará durante todo el trayecto: Espero que no hayan venido buscando grandes monumentos o una ciudad impactante, porque aquí no los van a encontrar. Puede que la primera impresión haya sido de decepción, pero no se preocupen porque Dublín tiene otras muchas cosas que ofrecer:
Aquí podrán visitar lugares tan importantes como Trinity College, la universidad más famosa de Irlanda y una de las más antiguas y prestigiosas de Europa.
También es digan de ver Molly Malone, uno de los símbolos de la ciudad. Es una estatua de bronce que representa una historia que cantan algunas canciones folclóricas de la cultura irlandesa: una señora que era pescadora por el día y prostituta por la noche.
Si hay alguien en el grupo amante de la cerveza, esta es su ciudad. Aquí se encuentra el museo y fábrica Guinness, donde pueden degustar la magnifica cerveza y por supuesto aprender un poco sobre las curiosidades de esta.
Por favor, el señor de rojo, ¡cúbrase hombre!, ¿no ve que está lloviendo a mares? No se deje engañar por lo que ve, Dublín es una ciudad fría, aunque los irlandeses parecen completamente aclimatados. No se les ocurra imitar la moda irlandesa: sandalias, escotazo, minifaldas o shorts y lloviendo a mares es una mala combinación para el turista inexperto.
En nuestra ciudad hay mucho ambiente nocturno, Temple Bar es la zona perfecta para los entusiastas de la noche. Recibe este nombre en honor al primer bar que se instaló allí. En los pubs, la cerveza y las canciones coreadas por los que están dentro están asegurados.
Y no solo hay marcha por la noche sino que aquí también es muy típico que las chicas celebren las despedidas de solteras disfrazadas de conejitas por la calle
Como estarán viendo es una ciudad bastante gris y no muy cuidada. Muchas casas están por reformar y el río está realmente sucio, pero... ¡por favor, señor de rojo, haga el favor de taparse, ¿no ve que sigue lloviendo?
Si quieren moverse por aquí con transporte público pude optar por el bus amarillo de dos pisos o los taxis con capacidad para 8 personas. Pero recuerden que a los autobuses hay que llamarlos porque aunque estén ustedes esperando en la parada si no hacen señas el conductor no parará.¡créanme cuando les digo que eso pasa!
¿Haría el favor el señor de rojo de dejar de beber cerveza? En fin...¡Espero que hayan disfrutado de su estancia y buen viaje de regreso a España!

Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman
(proverbio irlandés)

OTROS LUGARES RECOMENDADOS PARA VISITAR:
- El ‘monumento a la luz’ es un palo de acero con 150 metros de altura cuya punta se ilumina al anochecer.
- Phoenix Park, uno de los parques más grandes de Europa
- Unas estatuas de bronce en medio de un paseo cercano al río Laffety que conmemoran los caídos en la guerra
- Las iglesias anglicanas.
- Dublín Castle, castillo con muchos siglos de antigüedad

lunes, 16 de noviembre de 2009

Semana irlandesa: Mullingar


Esta semana hemos querido dedicarla a Irlanda. Hoy voy a centrarme en un pueblo pequeñito situado en el centro de la isla llamado Mullingar. Yo tuve la oportunidad de pasar allí un mes entero conviviendo con una familiar irlandesa y estudiando inglés.
El lugar me encantó. El centro histórico del pueblo no es muy grande, puede recorrerse andando en poco tiempo, y en los alrededores es donde vive la mayoría de la gente en pequeñas casas. Eso sí, aunque el pueblo se pueda recorrer andando, todo el mundo coge el coche para desplazarse hasta el centro del mismo, donde están las tiendas y los restaurantes. De hecho, yo cada día iba andando desde la casa donde yo vivía hasta el colegio que estaba en el centro del pueblo, a unos veinte minutos, y a mi 'familia irlandesa' les parecía una locura.
Mullingar es pequeñito, tranquilo y muy acogedor. Cuenta con un parque precioso, donde pasan la tarde la mayoría de los jóvenes y donde se encuentra también una piscina pública. Aunque no es un lugar muy grande, sí que cuenta con un centro comercial situado también en el casco viejo, en el cual no falta la famosa tienda conocida por todos los españoles que visitan la zona. Sí, me estoy refiriendo a Penneys. Para quienes no sepan lo que es, se trata de una tienda de ropa y complementos a precios extremadamente baratos. Incluso mi propia 'familia irlandesa' me contó que es típico que todos los que vienen de fuera arrasen con esa tienda. Bueno, y no puedo olvidarme del Mcdonalds, restaurante que tampoco falta en este pueblo. Digo que no puedo olvidarme de él, no porque a mí me resulte especialmente interesante, sino porque mis compañeros de viaje lo echarían en falta en este post, ya que pasábamos allí, al igual que el resto de visitantes extranjeros, muchas de las tardes.
Y para los más aficionados a las compras y las grandes ciudades, Dublín, la capital irlandesa, se encuentra a tan solo 80 kilómetros. Igualmente, se pueden visitar algunos lugares preciosos que se encuentran a los alrededores, entre los que me gustaría destacar los impresionantes Acantilados de Moher, donde hay unas vistas preciosas al mar y puedes ver el atlántico entero a tus pies. Por otros lado, el Tullynally Castle Gardens, un enorme castillo rodeado de impresionantes zonas verdes que forman parte del jardín amurallado. Cuando estás allí te sientes como si estuvieras en un cuento, hay incluso un paseo rodeado de árboles que te llevan hasta un pequeño lago. Pero para más cuentos de princesas y castillos, aconsejo visitar la abadía de Jerpoint, un enorme castillo, que aunque carezca de algunas partes del mismo por el paso de los años, recrea perfectamente las murallas de la época.

sábado, 14 de noviembre de 2009

París la ciudad del amor

Paris la ciudad del amor, es lo que se suele decir. Yo no he tenido la suerte de vivir un tórrido romance en Francia, las veces que he ido allí ha sido con mi familia para visitar a mi hermana o con 49 personas más y claro, en esos momentos la intimidad no existe. Pero cada vez que he ido a París, he vuelto enamorada. Es la ciudad bohemia por excelencia, una combinación de ambientes y personas de todo tipo. Me encanta visitar esta ciudad porque siempre te sorprende y te atrae un poco más: sus museos, sus puentes, sus parques y esas calles grises con edificios que me recuerdan a la casa de Los Aristogatos. La elegancia y la tradición que desprende es abrumadora, un espíritu de libertad, historia y cultura de la que sientes que formas parte.

Cuando fui por primera vez no me decepcionó en absoluto, todas mis expectativas se vieron cubiertas en el instante que llegué allí. Después de ver películas como Amelie o Moulin Rouge, ves reflejada las imágenes del film en todos sus callejones. Pero al cabo de un tiempo, esa visión desaparece para comenzar una nueva, ¡estás en Paris! Y tú, en ese momento sientes que eres la protagonista.

Al llegar allí debes utilizar, ¡cómo no!, nuestro mejor amigo: el plano y piensa que distrito vas a visitar y que ruta harás ese día. Si eres una persona decidida como yo, el primer día lo tienes muy claro ¡quieres verlo todo! Yo llegué y empecé a mis amigos: -vale…allá vamos, quiero ver La Torre Eiffel, Moulin Rouge, la catedral de Notre-Dame, también quiero ir a Louvre y si podemos ir a Sacre Coeur; pero no sin dar un paseo por el Sena, comerme un crêpe y apoderarme de todas las gangas en el Mercado de las Pulgas. En ese momento, cuando ves la mandíbula desencajada de tus amigos sabes que no va a dar tiempo a todo, pero que se hará lo que se pueda.

El metro va a ser tu gran aliado en este viaje, de este modo podrás ver casi todo en un tiempo record. Puedes ir por la mañana a ver la preciosa catedral y sus espectaculares vidrieras o ir a donde todos desean, al edificio más identificativo de París, la Torre Eiffel. Yo subí con mis amigos andando, te recomiendo hacerlo aunque espero que tengas mejor capacidad pulmonar que yo… A la hora de comer tienes que ir con tu mochila repleta de bocadillos a los jardines de Luxemburgo y sentarte en sus miles de sillas, mientras ves a los niños jugar con los barquitos que hay en la fuente central o pasear a la gente a tu alrededor.

Pero el mejor modo de ver París, es con tranquilidad, como si dispusieras de toda la vida para poder disfrutar de ese momento. Así te fijas en cada detalle, ¿cuál es el primer detalle que captas? Que los franceses no llevan boinas ni barras de pan en la mano constantemente, los únicos que lo hacen son los guiris, ¡oh! Esa transformación que sufrimos cada vez que salimos de la frontera y hace que compremos todo lo que según los medios de comunicación es típico de un determinado lugar. Eso sí, los guiris no pueden llevar una boina normal, ¡nunca! Para ser una guiri de raza te tendrás que comprar una de color llamativo que en un extremo tenga bordada la palabra Paris. Obviamente, sino… ¿cómo van a saber que es auténtica?

LUGARES RECOMENDADOS PARA VIAJAR:

-Jardines de Luxemburgo: punto de encuentro de todos los estudiantes de la Sorbona.
-La catedral de Notre-Dame, si quieres ahorrarte la enorme cola, ahí va mi consejo#1: entra por la puerta de salida.
-La torre Eiffel, para hacerte las mejores fotos vete a los jardines del Campo de Marte y podrás tener la imagen más común, cuando intentas hacer un salto pero no levantas un palmo del suelo.
-Moulin Rouge: es muy pequeñito y está en la calle con más sex shops de París. Delante hay una rendija que sale el aire al pasar el metro y las guiris se hacen fotos delante del molino con un "efecto aire" muy natural.
-Si eres fan de Amelie, la cafetería de la película está en la calle de al lado: 2 moulins.
-Entra a la Galería Lafayette solo para ver su inmensa cúpula, merece la pena.
-La Ópera.
-El Louvre, pero preparate para cansarte en sus largos pasillos.
-El arco del Triunfo.
-Los bohemios y los artistas tenéis que ir al barrio de Monmartre.
-La primera tienda de Chanel.
-Versalles.
-Por último, pero no menos importante ¡DISNEY!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Surfeando por Zarautz

Hoy voy a hablar de un lugar más próximo, que se encuentra en nuestra península. Me estoy refiriendo a Zarautz, un pueblo situado en la costa de Guipúzcoa, en el País Vasco.
El viaje hasta allí se hizo muy pesado, ocho horas en autobús hasta llegar a Donostia (San Sebastián), pero sin duda mereció la pena. Pude comprobar durante el trayecto desde Donostia a Zarautz que todo lo que había oído y lo que me habían hablado de aquella zona era cierto. Me quedé fascinada con la vegetación que había, con unas costas y unas playas preciosas rodeadas de montañas completamente verdes.
Yo fui allí con cinco amigas más con la intención de 'aprender' en una semana a practicar un poquito de surf. Para quien no haya hecho nunca este deporte le aconsejo que lo pruebe. Eso sí, prepararos para acabar con las rodillas raspadas, llenos de moratones y para ahogarte en varias ocasiones. Por el resto, ¡es impresionante! Una experiencia, sin duda, inolvidable que pienso repetir cuando tenga la oportunidad. (¡Ah! y para las chicas, ¡los monitores son impresionantes!)

Nosotras tuvimos la suerte de coincidir con la Fiesta Vasca. En esta fiesta las chicas se visten con falda, camisa, delantal y un pañuelo, y los chicos con pantalones, pañuelo y un txapela. Durante el día está toda la gente en la calle, hacen bailes, y es tradición beber durante ese día sidra. Yo nunca la había probado y en un día nos aficionamos. Además la fiesta dura todo el día porque los pubs están abiertos desde por la mañana hasta la madrugada del día siguiente. Vamos, ¡una fiesta para recordar!

Zarautz es un pueblo precioso y está todo muy bien cuidado. Es muy curioso ver como todos allí, incluso los más pequeños, practican muy bien el skate y el surf. Podría decirse que todos los niños nacen con una tabla de skate y de surf bajo el brazo. Este deporte es muy popular en Zarautz porque allí se encuentran de las mejores olas del País Vasco, elemento que explica porque hay tantos surfistas y tiendas de surf. Además, se realizan campeonatos mundiales de surf, uno de los cuales nosotras tuvimos la suerte de poder ver, y en los que la playa se llena por completo de espectadores.

También es muy frecuente que si vas caminando por el paseo de la playa te cruces con Carlos Arguiñano, porque resulta que tiene un restaurante en el mismo paseo de la playa.
Si tengo que encontrar algo negativo en este viaje, me quedaría con el tiempo, que no suele ser muy favorable, y tiende a ser un clima más nublado y lluvioso. Por lo demás, Zarautz es un lugar encantador.

Sitios recomendados para visitar:
  • Dorre Luzea: un edificio del siglo XV que fue construido como fuerte y torre de vigilancia.
  • Museo de Arte e Historia: recoge la historia del municipio desde el siglo X hasta la actualidad.
  • Casa Portu: un edificio en el que se encuentra el Ayuntamiento y el gobierno local.
  • Museo Escuela del Mar: recoge historia sobre la ecología marina.
  • Palacio de Narros: un edificio del siglo XVI donde se encuentra un gran jardín.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Berlín, 20 años sin muro

Hoy se celebra el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, y por eso, en Periodistas por el mundo queremos hablar hoy de esta magnífica ciudad.
Berlín, capital de Alemania, que hoy acoge a mandatarios de todo el mundo, es una de las ciudades con más monumentos y patrimonio cultural de Europa.
Festejan esta tarde, bajo la espectacular puerta de Branderburgo, el derrumbamiento de lo que hasta hace veinte años separaba Berlín oriental del occidental. Si paseas hoy en día por esta ciudad, apenas quedan indicios de este gran muro. Puedes encontrarte por la calle algún bloque pintado por artistas en conmemoración a lo que un día fue un robusto conjunto de cemento. En el lugar donde se alzaba el antiguo muro, aún queda parte de éste, pintado por grafiteros, que recuerda a los ciudadanos y visitantes lo que llegó a significar tanto su levantamiento como su caída.

Resalta por su singularidad una antigua fábrica llena de okupas-artistas. Es un edificio enorme donde no hay cabida para las paredes blancas. El olor no es muy agradable- así que ese día llevad una colonia fuerte- pero merece la pena subir a la fábrica para poder ver los talleres de los ocupas. Allí realizan todo tipo de obras de arte: esculturas de hierro, pinturas abstractas, pendientes... ¡hasta incluso hay un bar en la terraza de arriba! ¡Esto no os lo podéis perder!
Tenéis también una cita ineludible con el museo de Pérgamo. Coged fuerzas antes de entrar porque es enorme, y además suelen haber largas colas. Largas colas que aún se hacen más divertidas si tienes tanta suerte como nosotros y al frío le sumas la nieve (porque parece ser que aún no se les ha ocurrido habilitar una sala para las colas).
Tampoco podéis iros sin visitar una de las tiendas más visitadas: la tienda de los muñecos Apelmann. Los hombrecillos de los semáforos, en Berlín, llevan sombrero, hecho que hace mucha gracia a los turistas y hecho que saben aprovechar bien los berlineses, y la tienda Apelmann. Sí, a veces la gente somos así...¡les pones un sombrero a los semáforos y olé pon tiendas de ellos que nos forrarnos! Eso sí, no te dejes seducir por esos adorables muñequitos porque saldrás de la tienda con llaveros, chaquetas, bolsos, camisetas...¡pero es que son tan monos!

¿El tiempo? Insoportable si viajas en invierno. Prohibida la entrada a débiles y enfermos. ¿El equipaje para sobrevivir allí? Bufanda, gorro (a poder ser de pelo), guantes y chaqueta (mejor si es de la nieve). Parecerás un bufón ¡pero en los viajes no hay sitio para los presumidos!
¿Las personas? Gente muy educada, pero también muy seria. En los metros están en silencio y el contacto físico lo ven inapropiado (cosa que no entiendo porque con el frío que hace... les haría bien el calorcito humano).
Es una ciudad con mucha inmigración y si no sabéis alemán, estad tranquilos, porque allí habla todo el mundo, recalco, todo el mundo perfectamente inglés. Si el inglés tampoco es lo vuestro, la otra opción que nunca falla es el lenguaje de los signos.
Y por último, para los amantes del paladar, acercaos a una pizzería alternativa repleta de fotos de famosos, donde a parte de degustar una de las mejores pizzas, ayudarás a una buena causa porque allí sirven Afri-cola en lugar de Coca-cola.
Y que no os engañen, por las noches también hay mucho ambiente, aunque recordad: con la llegada de la luna ¡bajan todavía más las temperaturas!


MÁS LUGARES RECOMENDADOS PARA VISITAR:
- El museo Egipcio, donde se encuentra el famoso busto de Nefertiti.
- El Parlamento, se visita desde arriba donde hay una cúpula de cristal.
- La catedral de Berlín.
- Paseo en barco por el río.
- La torre de telecomunicación desde donde se divisa toda Berlín.
- El Sony center, una zona moderna con pantallas gigantes.
- El monumento conmemorativo al Holocausto.
- La columna de la victoria.
- El estadio olímpico.

Aquí os dejo un video sobre los lugares más bonitos de Berlín:

sábado, 7 de noviembre de 2009

De excusión con Heidi

Este verano me fui con tres amigos a Suiza, nunca había estado y me hacía ilusión vivir durante dos semanas en una cabaña entre montañas, como Heidi pero sin Copito de nieve.

Cogimos un avión desde Alicante a Basilea y desde allí tuvimos que coger un tren hasta Scuol, el pueblo donde íbamos a estar en agosto. Pronto dominábamos el transporte público, bueno…cuando digo “lo dominábamos” quiero decir que mis amigos se conocían las paradas y yo dormía en el asiento hasta que me avisaban para bajar. ―Consejo #1: tened cuidado al hablar en castellano, no os burléis de la gente pensando que nadie os va a entender porque…tuvimos varios problemitas de ese tipo―.

Llegamos por la noche y hacía muchísimo frío, por suerte teníamos capas de sobra para abrigarnos porque para evitar que pesara mucho la maleta, llevábamos encima todos los abrigos. Nos recogieron en la estación, tuvimos que subir 10 minutos de pendientes y curvas hasta llegar a nuestra nueva casa. Imaginaos la estampa: seis personas con las bolsas encima de las piernas en un coche de más de 18 años, y yo, con dos chicles en la boca para intentar no marearme.

Al día siguiente nos despertamos y salimos a disfrutar de la vista…era espectacular. Una imagen sacada de un anuncio de Licor del Polo ―una cabaña de madera encima de una colina sin vecinos alrededor, los granjeros trabajando con sus tractores y un paisaje lleno de montañas grises con restos de nieve en la cima―. Pero lo que más recuerdo era nuestra fuente, no había agua potable y cada vez que teníamos que lavar los platos o los dientes salíamos fuera. Sino habéis llegado a esa conclusión os lo digo yo, ¡sí!, nos duchábamos al aire libre calentando el agua con un hornillo. Porque el agua estaba muy, recalco el muy, fría, abrías el grifo y salía directamente agua del río.

Durante nuestra estancia allí aprovechamos al máximo el tiempo ―excepto algún día de holgazanería que nos quedamos en pijama jugando a Yatzy― hacíamos excursiones diarias para poder ver todos los pueblos de alrededor. Para bajar desde la montaña al pueblo más cercano, teníamos dos opciones: nos bajaban en coche o nos levantábamos media hora antes para bajar la montaña intentando no resbalarnos. Scuol es un pueblo que dista con Italia y Austria, está tan cerca que hay gente que hace el viaje para comprar porque hay puestos de duty free.

Como he dicho, todos los días cogíamos el tren y visitábamos otros pueblos. Nos os penséis que me sobra el dinero, nos compramos un bono muy económico, parecido al interraíl pero en las fronteras de Suiza, podías hacer todas las combinaciones posibles durante ese día. Los cuatro íbamos preparados con comida, bolsas de patatas de todos los sabores posibles ―¡hay hasta de cacahuete!― agua y crema solar. Ya sé que estaréis pensando, ¿crema solar en Suiza?, ¿quién se quemará allí?, pues yo, estuve cuatro días con toda la piel roja, con suerte tuve muy buenos enfermeros.

Mi consejo #2 es que vayais en Agosto porque es la fiesta nacional de Suiza y así podréis ver de primera mano como se organizan los vecinos para decorar el pueblo, hacer ferias y ventas de comida. Porque allí algo que está buenísimo es la comida, subsistimos a chocolate, patatas y queso. ¡Y no te preocupes de engordar! baja y sube la montaña y ya verás el resultado.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Santorini, isla con encanto

Permitidme que hoy os hable sobre una de las islas más bellas de nuestro continente. Es la isla de Santorini, en Grecia.
Antes de visitarla llevaba ya varios días por las islas griegas y la verdad es que estaba algo decepcionada. No porque me pasase toda mi estancia allí sin probar un solo yogurt (perdonad la broma fácil, pero cierta), sino porque de la espléndida civilización griega, ya queda más bien poco. Para ser sinceros, pude ver más columnas y templos en el museo de Pérgamo de Berlín o en el museo Británico que en la misma Atenas.
Pero a pesar de esto, las islas griegas entrañan muchos tesoros, como la isla de Santorini. Cuando llegabas a ella con el barco, tu vista pasaba directamente de un paisaje costero, a un majestuoso acantilado, donde a lo alto del todo se vislumbraba un pueblo lleno de casitas blancas.


Observad la foto y sentaos conmigo en la terraza donde pasamos una agradable tarde. A nuestros pies, la inmensidad del mar, la calma de una isla perdida aunque muy turística.
Estamos en lo alto de la montaña, lejos de los ruidos de las grandes ciudades. Allí no hay coches. En esta terraza se pueden hacer dos cosas: pedir la bebida y quedarte embelesado con el paisaje (para los de la Logse: ensimismados, abobados, deslumbrados, absortos, atónitos...).
Los habitantes, personas sencillas, ajenas a la moda, campechanas. Poco preocupadas por las apariencias. Tienden en las calles, no hay timbres, su medio de comunicación: el grito. Se ganan la vida trabajando en el mar, pero también viven del turismo. De hecho no te puedes ir de Santorini sin montar en burro, una manera de ganar dinero para los habitantes de allí.


Como bien he dicho, el pueblo se situaba a lo alto de un acantilado.¿La manera de subir esa escarpada cuesta? A pie o en burro. ¡Pobres de aquellos que se esperaban ascensores! (Bueno, va, no mentiré, había un funicular también, pero era para darle más emoción).
Fue una experiencia muy divertida: un hombre guiaba a los burros por las escaleras (no sé si los bostonianos aceptarían esta manera de subir y bajar escaleras). Tú te montas en el burro y empieza a subir las escaleras. El problema aparece cuando tu animal se acerca a los otros, y tu pierna se refriega por todos los hocicos. Aunque el peor momento era cuando se acercaba a la parte trasera de los otros burros, que no era precisamente baba lo que tocaban tus piernas.
Recomiendo que si tenéis la oportunidad viajéis hasta la isla de Santorini ¡y por supuesto que cabalguéis a lomos de estos magníficos animales!



LUGARES RECOMENDADOS PARA VISITAR EN GRECIA:
- La ciudad de Olimpia, allí puedes recorrer el lugar donde se hicieron las primeras olimpiadas.
- Partenón, la acrópolis y el templo de Atenea Nike en Atenas.
- La isla de Corfú, donde tenía un palacio de verano Sisi emperatriz, que aún se puede visitar, con unas vistas al mar Jónico.
- La iglesia ortodoxa de Santorini con preciosos frescos en las paredes y repleta de lámparas y velas. Es interesante para conocer la religión ortodoxa.

martes, 3 de noviembre de 2009

Entrevista a una estudiante mexicana

¿Qué piensa un estudiante mexicano de nuestro país, España, y de Valencia? Hoy vamos a conocer a Sara Delgado (a la izquierda en la foto), una chica mexicana de 22 años que está estudiando Diseño Industrial en Valencia. Hemos querido hacerle una entrevista para ver cuál es su opinión sobre su estancia aquí.

- ¿Por qué escogiste Valencia como destino?
En un principio iba a irme a Milán pero no sabía tanto italiano y me vine a Valencia. Además, un amigo de mi escuela había estado en Valencia y me lo recomendó. Ésta es la primera vez que salgo fuera de México a estudiar.


- ¿Te resultó difícil encontrar un piso en Valencia?
No, la verdad es que no tuve muchos problemas, e Irene me ayudó mucho y ahora vivo con compañeros mexicanos.

-¿Quién es Irene?
Irene (a la derecha de la foto) es mi mentora. Ella me recogió en el aeropuerto y desde entonces me ha enseñado la Universidad, la ciudad, me ayudó a encontrar piso, etc., y la verdad es que he tenido mucha suerte porque nos llevamos muy bien.


- ¿La organización de la Universidad y el desarrollo de las clases son muy diferentes a las de México?
Sí, hay mucha diferencia. La primera semana fue horrible porque nunca encontraba mi salón (clase). No sabía que habían dos cuatrimestres y metí más asignaturas de las que realmente daba en el primer cuatrimestre. Fue Irene la que explicó el funcionamiento de las clases y ya rehíce mi horario.


- ¿Cuál es tu relación con los compañeros de clase?
En algunas clases voy con otros mexicanos, porque en realidad los compañeros de clase van a su ‘rollo’ y los Erasmus por otro lado, aunque yo no soy Erasmus, soy estudiante de intercambio.


- ¿Existen diferencias a la hora de salir de fiesta?
Al principio era extraño, porque nosotros en México salimos a las 6 de la tarde, y empezamos el botellón en casa de alguien. Luego ya de allí vamos a la fiesta a las 23h. y a las 3-4h. ya estás de regreso, en cambio aquí llegamos a las 23h. y no había absolutamente nadie.


- ¿Qué te gusta y qué no te gusta de Valencia?
Me gusta que es muy chico (pequeño), que se puede andar a cualquier hora y no pasa nada, además, aquí los coches se paran y te dejan pasar, eso en México no pasa nunca; pero no me gusta que la fiesta deje tanta basura en la calle. Recomendaría visitar la Ciudad de las Artes y Las Ciencias, las Torres de Serrano y caminar paseando por el centro.


- ¿Qué es lo que más echas de menos de México?
La comida. No se parecen en nada y aquí pocas veces puedo cocinar comida mexicana. Además, la comida en los restaurantes es mucho más cara; en México con 100 pesos (cinco euros) puedes comer mucho y muy bien. Aquí con cinco euros te llega como mucho para un bocata. La forma de vida aquí es más cara.


domingo, 1 de noviembre de 2009

Rumbo a Londres

Dedico esta entrada a la ciudad de los Beatles, Twiggy, el té y las cabinas rojas. La semana pasada fui con mis amigas a Londres, un destino que reúne todo lo que me gusta: la cultura, la moda y esa combinación urbana y excéntrica que todos necesitamos.

Llegamos un jueves por la tarde al aeropuerto de Stanted, desde allí cogimos un autobús que nos llevaba desde el aeropuerto hasta Victoria. Allí, como auténticas guiris, nos perdimos y tuvimos que preguntar a varias personas hasta conseguir llegar a nuestro albergue. Durante nuestro trayecto de metro sufrimos una gran odisea ―consejo #1: tomad mis errores como referencia, es una advertencia… ― porque solo llevábamos una Oyster, bono de metro electrónica. Finalmente nuestro encanto natural o ese brillo en los ojos que nos delata como inocentes extranjeras que no saben lo que hacen, provocó que sintieran pena de nosotras y nos abrieran las puertas. Por mucho que viajes siempre ocurrirá algo vergonzoso, lo tenemos escrito en la cara, somos turistas aunque no llevemos una cámara colgada del cuello, siempre caeremos en las mismas trampas.

Al día siguiente, cargadas con suficiente comida para un regimiento ―consejo #2: si el hostal incluye desayuno hazte suficientes bocadillos para aguantar toda la mañana, ¿qué? Hay que ahorrar…― y realizamos una exhaustiva ruta turística. El recorrido más completo es atravesar Hyde Park y Kensington Gardens hasta llegar al extremo opuesto, Buckingham Palace. Si no has sido perezoso cruzando el parque podrás llegar a tiempo al cambio de guardia, desde la fuente podrás sentarte en el borde y tener una bonita vista general sin necesidad de esquivar cabezas ajenas. Cuando acabe, sino te has aburrido antes de ver a unos soldaditos arriba y abajo, dirígete hasta el Big Ben. Desde allí verás el reloj y si tienes suerte como yo, con un buen mapa y una amiga cuya orientación es digna del mejor perro de caza, llegarás fácilmente a Parliament Square. En esa plaza te puedes hacer todas las fotografías frikis que deseabas desde el momento que pisaste tierra inglesa, pues hay cabinas, autobuses, taxis y la imagen de underground por todos lados.

Cuando hayas cruzado el puente y disfrutado de la panorámica del Parlamento y el Big Ben por un lado, y el London Eye por otro, sigue todo recto rumbo Trafalgar Square. Por fin llegamos a la famosa plaza de los leones y, allí, superamos la mayor hazaña de todas… ¡subir al león! Parece fácil, tú lo ves de lejos y dices vale es pequeñito y ves a todos los niños de seis años trepando con sus bracitos y piensas: vale, esto está hecho... ¡JA! En esos momentos me alegré de que nadie me conociera para que no recordase mi talento para trepar.

Para finalizar la noche, como compradoras compulsivas que somos, fuimos a Primark, una tienda entre Carrefour y rastrillo donde compras a lo grande con poco dinero ―consejo #3: llévate la maleta casi vacía y llénala con tus compras en Londres―. Porque, como todo el mundo sabe debes llevarte el máximo de souvenirs posibles para que todo el mundo sepa a dónde has ido ¿A ver quién se atreve a decir que comprar cuatro llaveros, dos tazas, una sudadera y cien postales, no es de sentido común?
Aquí os dejo un pequeño reportaje de la ciudad, espero no ser juzgada por ello...